top of page

Fahrenheit 451

La única regla es ser felices. Si los libros incitan al libre pensamiento esto no llevará a la felicidad. Bueno, hay que quemar los libros. 451 grados Fahrenheit y arderán. ¿Cómo llegamos a esto? ¿Cómo se puede sobrevivir?


Sobre el libro

Publicado en 1953, Fahrenheit 451 es una crítica a la prohibición de libros, su censura y, en casos no tan extremos, su quema. Se plantea un mundo donde los bomberos queman libros y todos viven en la idea de que la ignorancia es una bendición.


Dentro de este mundo hay un bombero, Guy Montag, quien empieza a tener dudas. Un montón de papeles y letras no parecen ser tan importantes como para ser quemados. ¿Por qué se queman realmente los libros? ¿Qué los hace especiales? Mientras las dudas crecen dentro de si, descubrirá que un mundo sin libros es un mundo ignorante y terrible. Atrapado entre su deber, la mirada de sus colegas, amigos y el deseo por conocer y ser libre, Montag descubre el verdadero costo del conocimiento.


¿La ignorancia es verdaderamente una bendición?


Temas más interesantes

Para empezar, me llama muchísimo la idea de que la ignorancia sea considerada una bendición y qué tanta razón hay en ello. También me gustaría hablar sobre el encontrar la verdad o, al menos, descubrir parte de ella y, por último, hablar sobre la memoria y el pasar conocimientos de generación a generación sin el uso de la escritura o medio físico.


¿Porqué la ignorancia es una bendición? En un mundo lleno de horrores, con temores para cada cosa y peligros innumerables, ¿qué se puede hacer para sobrevivir? La respuesta, tristemente, es "nunca lo suficiente". Por cada terror que logremos apaciguar, lágrima que podamos secar y sollozo consolado otro millar vendrán a reemplazarlo. A menos... Si no conociéramos los sufrimientos de este mundo, ¿tendríamos que enfrentarlos? Si lográramos no ver, no oír y callar todos los males y los olvidáramos, ¿habrían estado allí realmente? La ignorancia es bendición porque es evitar el sufrimiento y correr de el ciegamente y sin un rumbo fijo. Es gloria porque no sufrimos lo que nos negamos a aceptar como real.


Entonces, ¿qué tendría de malo? Bueno, veo dos razones principales. Primero, aquello que evitas con tanta terquedad sigue ahí y seguirá creciendo. Puede que algún día termine por ser tan grande que tengas que prestarle atención, o puede que termines por huir de él, pero, si es así, afectará a los demás. Los problemas no se van hasta que son enfrentados y solucionados y si a ti no te terminan por destruir, destruirán a otros. Segundo, renunciar a conocer lo doloso es renunciar a lo afable. No podemos comprender lo que es bueno sin conocer su lado malo. Ignorar para alcanzar la satisfacción personal y egoísta es ignorarlo todo por igual. Por esta razón este libro es tan relevante. En un mundo donde se busca ignorar todo la vida es un sufrimiento y apatía constante y silencioso.


Ahora, qué pasa con lo absolutamente contrario. Encontrar la Verdad, (sí, con mayúscula). La Verdad es la verdad absoluta. El origen o la naturaleza de la que provienen todas las pequeñas y, a veces, dudosas verdades de las que se compone nuestro día a día. Hay quien dice que alcanzar la Verdad es un imposible, pero mucho se ha hablado sobre qué ocurriría si realmente la alcanzáramos. Las teorías menos catastróficas proponen que nos volveríamos locos cuando menos y moriríamos casi inmediatamente al no saber qué hacer con esta verdad. Al final del día, la Verdad es tan elevada que no se puede entender y si se entiende no se puede hablar y si se habla no es la Verdad.


Claro, hablar sobre cosas teóricas es cualquier cosa, ¿qué pasa cuando encontramos alguna de estas pequeñas verdades? Bueno, creo que todo de pende de la condición y el tamaño de la verdad. En el libro, Montag descubre une verdad en los libros que, para su condición, es inmensa. Montag desespera y toma actos que podrían bordar en lo insensato. Termina por destruir su propia vida y todo lo que conocía, pero es libre. Es este pero lo que marca la diferencia. Las verdades, las pequeñas, las medianas y las grandes podrán destruirnos, cambiar nuestra vida de las formas más dramáticas, pero siempre nos darán libertad. Podríamos tratar desconocerla, evitarla, buscar regresar a los viejos modos, pero la libertad será nuestra para siempre.


Lo que me lleva, ¿cómo pasar estas verdades a la siguiente generación sin libros? No podemos confiar en nuestra propia memoria. La lengua hablada es subjetiva y relativa. El diálogo siempre tiene ruido de por medio. entonces, ¿cómo lograr comunicarlo tal y cómo es? Bueno, Bradbury no se preocupó sobre esto en su historia. Tal vez sea un descuido o un argumento implícito, pero yo creo que tiene mucho de qué hablarse. Las verdades tal vez no se logren compartir con la fidelidad que nos gustaría, pero eso no importa realmente. La verdad es trascendente por naturaleza. Si borráramos todos los libros de la existencia y esperáramos nunca volveríamos a encontrar las palabras en el mismo orden ni los mismos títulos que tanto amamos, pero descubriríamos las mismas verdades que han llegado a nosotros.


Lo bueno, lo malo y lo diferente

Lo bueno: referencias precisas y atinadas de la literatura clásica; un antagonista que se vuelve la otra cara de la misma moneda de Montag; no se pierden de vista los momentos más relevantes para Montag; el estudio psicológico es muy completo.


Lo malo: a veces una descripción un poco confusa; no llega a ser tan claro en qué momento cambió todo y, aunque no es tan relevante, sería interesante saberlo.


Lo diferente: el final es inesperado y lleno de acontecimientos relevantes; así como los bomberos ahora inician incendios hay varias dinámicas contradictorias a lo largo de la historia; Montag solo es el héroe de su propia historia y se nos da a entender que el proceso que vivió lo han vivido varios.


¿Qué lo hace un gran libro?

  • Antagonistas humanos, reales y comprensibles.

  • Se relata un proceso de redescubrimiento con detalle.

  • Los personajes secundarios nunca ganan protagonismo, pero siempre son relevantes.

  • El mundo creado demuestra las consecuencias reales de un mundo sin libros.

  • La tercera parte permite la reflexión y trae consigo preguntas relevantes.



Coméntame que tal te pareció, si ya lo has leído. ¿Qué harías en un mundo sin libros? ¿Entiendes el afán de Beatty por mantener el status quo? ¿Crees que la ignorancia es una bendición? ¿Qué crees que vendrá después? En fin. Esto ha sido todo por ahora. ¿Cómo te ha parecido este artículo? Escríbeme en los comentarios. Gracias por leer esta breve entrada. Ojalá te haya gustado. Espero vuelvas pronto.

 
 
 

Entradas recientes

Ver todo
LESS

Llega un momento en la vida de toda persona cuando se pierde. Con esto me refiero a perderse en su día a día. Un momento donde todo...

 
 
 
Invierno

Un interesante club con estanterías de libros peculiares; habitaciones de cuyo interior surgen ruidos sin sentido y un encargado...

 
 
 
Otoño

Un chico fue arrollado por un tren. Al menos eso oyeron de los chicos del hermano mayor de uno de ellos. Bueno, el plan el simple, ir a...

 
 
 

1 Comment


Ma Fer Leyva
Ma Fer Leyva
Jul 15, 2020

Creo que el tema de la Verdad es algo complejo porque nunca podremos saber si en verdad existe. Probablemente tengas razón en que nos ciega, pero no por eso quiera decir que no se pueda hablar. En el caso de un mundo sin libros o ignorante, sería remontarnos al mito de la caverna.

¿Tomarías la píldora roja o azul?

Like

©2020 por ¿El gran libro?. Creada con Wix.com

bottom of page